Estocolmo

Día 1: Djurgården y Gamla Stan.

El primer día comienza en Sergels Torg, el corazón moderno de la ciudad, donde la plaza y sus alrededores reflejan el dinamismo urbano de Estocolmo. Aquí se ubica la estación de tren más importante de la ciudad, T-Centralen, por la que pasan las principales líneas de tunnelbana que unen los distintos puntos de Estocolmo. Como verás, la ciudad se compone de una gran cantidad de islas, por lo que la construcción de líneas de metro ha sido una tarea complicada. Para los tres días que estaremos en la ciudad, recomendamos comprar la tarjeta de transporte público con viajes ilimitados durante el día, ya que incluyen tanto metro como autobuses e incluso los barcos que unen los distintos puntos del archipiélago.

Desde aquí, se puede pasear hacia Skeppsholmen para disfrutar por primera vez de vistas panorámicas del archipiélago y explorar esta pequeña isla repleta de arte y cultura. Aquí se encuentra el primero de los muchos museos de Estocolmo, el museo de arte moderno (Moderna Museet). Al final de la isla, se encuentra otra pequeña isla donde se encuentra el Castillo de Estocolmo (Kastellet Stockholm), un pequeño pero bonito castillo en la orilla del agua.

Continuaremos hacia Djurgården, el gran parque de Estocolmo y conocido como la isla verde. Para llegar hasta aquí desde Skeppsholmen, puedes ir andando atravesando el Puente de Djurgården (Djurgårdensbron) o tomando el ferry que une las dos islas. Recomendamos tomar el ferry, ya que nada más bajarnos nos encontraremos con Gröna Lund, el parque de atracciones más antiguo de Suecia. No muy lejos, Skansen ofrece una inmersión en la historia sueca con su museo al aire libre, donde se pueden ver edificios históricos y conocer la fauna nórdica. Si eres más de naturaleza, puedes continuar el camino para seguir visitando el parque con un bonito paseo cerca del agua por Biskopsvägen o puedes entrar en los dos museos más importantes de la ciudad.

Para los amantes de la historia marítima, el Vasa Museet alberga un impresionante barco del siglo XVII rescatado del fondo del mar. La historia de este barco es curiosa, ya que siendo uno de los barcos más grandes de la época, se hundió en su viaje inaugural en 1628 debido a fallos de diseño. A pocos pasos, se encuentra el ABBA Museet, una visita obligada para los fans del icónico grupo sueco.

Al caer la tarde, no hay mejor manera de cerrar el día que en Gamla Stan, el casco antiguo, con sus callejuelas adoquinadas, cafeterías acogedoras y el imponente Palacio Real iluminado.

Día 2: Södermalm

El segundo día comienza con una visita a Skogskyrkogården, el cementerio del bosque declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde la arquitectura y la naturaleza se fusionan en un paisaje sereno y evocador. Para llegar hasta aquí tendrás que coger el tunnelbana hasta la parada de metro de Skogskyrkogården, lo que lleva unos 20 minutos desde T-Centralen. Aún siendo un cementerio, es una experiencia que recomendamos ver, ya que permite conocer la importancia de la naturaleza para los suecos.

Desde aquí volveremos a la ciudad para recorrer la isla de Södermalm, la isla más bohemia de Estocolmo. Paseando por sus tiendas hipsters de objetos y ropa de segunda mano, galerías de arte y sus cafeterías con encanto, llegaremos a Mariaberget. El paseo por Mariaberget ofrece algunas de las mejores vistas de la ciudad, con sus tejados rojizos y aguas resplandecientes, de camino hacia Monteliusvägen, siempre con el maravilloso Stockholm Stadshus, el Ayuntamiento de Estocolmo en la otra orilla. A mitad de la mañana, es el momento ideal para hacer una pausa y disfrutar de un fika en cualquiera de las cafeterías de Södermalm, como puede ser Cafe Blå.

Si eres un amante de los museos, la siguiente parada es Fotografiska Museet, el museo de fotografía contemporánea que destaca por sus exposiciones innovadoras y su café con vistas panorámicas. Más adelante, la Sofia Kyrka, con su llamativa torre de ladrillos rojos, es un rincón tranquilo y menos concurrido, ideal para una breve visita.

Al caer la tarde, la mejor opción para cerrar el día es Trädgården, un espacio cultural y de ocio que cobra vida con música, comida y un ambiente vibrante, especialmente en los meses más cálidos.

Día 3: Drottningholm Slott y Stockholm Stadshus

El último día comienza con una excursión a Drottningholm Slott, el majestuoso palacio real situado a las afueras de la ciudad. Para llegar, basta con tomar el autobús 176 o 177 desde la estación de Brommaplan, lo que permite un viaje cómodo hasta este impresionante recinto barroco.

Drottningholm Slott, construido en el siglo XVII, actualmente es la residencia privada de la familia real sueca y está inspirado en el Palacio de Versalles. También está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y permite la visita al interior del edificio.

Además del palacio, los jardines que lo rodean son perfectos para un paseo relajante, y el Teatro de Drottningholm, uno de los teatros barrocos mejor conservados del mundo, ofrece una fascinante mirada al esplendor de la corte sueca.

De regreso a Estocolmo, visitaremos el Ayuntamiento (Stockholm Stadshus), donde se celebra cada año el 10 de diciembre en el Salón Azul los Premios Nobel. Situado a orillas del agua, permite ver unas vistas increíbles de Södermalm y, dependiendo de la época del año, de los patinadores que circulan por la congelada agua. Antes de que caiga la noche, puedes pasear por Norr Mälastrand disfrutando de los canales.

Si estás interesado en la gastronomía local, puedes reservar en Aifur Krog & Bar. Situado en Gamla Stan, es conocido por brindar una experiencia culinaria que transporta a la época vikinga. Los visitantes son recibidos con el sonido de un cuerno y anunciados en el gran salón, decorado con mesas de madera, pieles y elementos que evocan la cultura nórdica de antaño. Su menú está inspirado en los ingredientes utilizados entre los años 800 y 1050 d.C., incluyendo cordero, corazón de reno y vegetales de raíz. Para acompañar, se sirven bebidas tradicionales como hidromiel, cervezas infusionadas con mirto de turbera y abeto.

Si buscas algo más del día a día, la comida más típica de Suecia son las albóndigas (köttbullar), elaboradas con carne picada de vaca.