Galicia en 10 días

Sobre Galicia
¡Hola viajeros!
Galicia es un destino que combina naturaleza salvaje, historia y tradiciones únicas. Esta región, bañada por el Atlántico y el Cantábrico, es un paraíso de acantilados vertiginosos, playas vírgenes y pueblos marineros llenos de encanto. Recorrer el norte gallego es adentrarse en un territorio donde la historia se entrelaza con paisajes de ensueño, desde la legendaria Costa de la Muerte hasta las verdes montañas del interior. Su gastronomía, marcada por el mejor marisco y recetas tradicionales, junto con la calidez de su gente, convierten a esta zona en un destino imprescindible para quienes buscan belleza y autenticidad.
La ruta propuesta comienza en Ourense, la puerta de Galicia desde el interior de España. Conocida como la ciudad de las aguas termales, sus famosas pozas, como las de Outariz o A Chavasqueira, ofrecen un baño relajante con vistas al río Miño. Su casco histórico esconde joyas como la Catedral de San Martiño y su icónico Pórtico del Paraíso. Desde aquí, la ruta conduce a Santiago de Compostela, la ciudad santa del Camino de Santiago. Su majestuosa catedral, donde miles de peregrinos culminan su travesía, y sus calles empedradas llenas de historia y tradición crean un ambiente único, perfecto para perderse entre soportales y plazas con siglos de historia.
Las Rías Altas despliegan un paisaje de contrastes, donde el mar se adentra en la tierra formando espectaculares ensenadas. Finisterre, el fin del mundo romano, nos muestra la tradicional vida de los marineros gallegos y a la fantástica Fervenza do Ézaro. Más al norte, Pontedeume conserva el encanto de los pueblos marineros con sus casas de colores y muelles de madera muy cercano al Parque Natural de las Fragas do Eume. La ría de Cedeira, rodeada de verdes colinas, conduce hasta el imponente Cabo Ortegal, donde el Atlántico y el Cantábrico se encuentran en un espectáculo de olas y acantilados que quitan el aliento.

El viaje culmina en Ortigueira y Viveiro, dos de los destinos más cautivadores del norte gallego. Ortigueira es famosa por su festival internacional de música celta, pero también por sus paisajes inigualables, como los acantilados de Loiba, donde se encuentra “el banco más bonito del mundo” y la Punta do Fuciño do Porco. Viveiro, con su casco antiguo medieval y su ambiente marinero, es el lugar ideal para pasear por calles empedradas, degustar marisco fresco y admirar la belleza de su ría. Entre montañas y mar, estos rincones del norte gallego dejan una huella imborrable en quienes los visitan.
¿Cuántos días se necesitan para visitar Galicia?
Para disfrutar de todo lo esencial, te recomendamos planear un viaje de 10 a 12 días. En esta entrada no se plantea visitar las Rías Bajas, ya que merecen una entrada por sí mismas, y recomendamos ampliar la visita a más de 10 días para visitar mejor la zona de Ferrol y de Burela.
En esta ruta de 10 días visitarás una parte de la Comunidad de Galicia. Proponemos realizar un viaje en coche, ya que el transporte público en Galicia es escaso debido a la difícil orografía de la zona. A continuación podrás descargarte el mapa con los principales lugares que se recorrerán en esta ruta.
Ruta de 10 días
- Día 1: Ourense.
- Día 2: Santiago de Compostela.
- Día 3: Ézaro y Finisterre.
- Día 4: A Coruña
- Días 6 y 7: Betanzos y Fragas do Eume.
- Días 7 y 8: Rías Altas.
- Días 9 y 10: Ortigueira y Viveiro.
Itinerario
Galicia
Día 1: Ourense.
Para el primer día de viaje, proponemos hacer una parada en Ourense, sobre todo si vas desde Madrid, para hacer el viaje más corto antes de llegar a las Rías Altas.
Puedes comenzar en el Puente Romano, símbolo de la ciudad, y continuar hasta el moderno Puente del Milenio, donde puedes subir a sus pasarelas para disfrutar de vistas panorámicas. Tras esto, camina hasta As Burgas, unas fuentes termales con aguas que brotan a más de 60 grados.
Continúa explorando el casco histórico con una visita a la Catedral de Ourense, una joya del románico y el gótico con su impresionante Pórtico del Paraíso. No te pierdas la Capilla del Santo Cristo, muy venerada en la ciudad. Luego, dirígete al Claustro de San Francisco, un rincón lleno de historia con su espectacular arquitectura gótica que invita a la contemplación y al descanso en medio del bullicio urbano.

Si tienes tiempo, puedes disfrutar de las famosas termas de Ourense. Algunas de las más emblemáticas son las Termas de Outariz o las de A Chavasqueira, donde el agua termal y el entorno natural crean una experiencia única. Este momento de descanso es perfecto para reponer fuerzas antes de sumergirte en la vibrante vida nocturna de la ciudad, caracterizada por su tradición vinícola y su animado ambiente en las calles del casco viejo.
Para cerrar el día, recomendamos cenar en la Rúa de Lepanto, donde encontrarás una excelente oferta gastronómica con productos locales como el pulpo á feira o la carne gallega. Luego, disfruta de unos vinos en los bares de la zona, donde podrás degustar de conocidas denominaciones de origen como Ribeira Sacra o Valdeorras.
Día 2: Santiago de Compostela.
Aprovechando que el camino a la costa pasa por Santiago de Compostela, podemos hacer una parada de un día. Santiago de Compostela es el final del Camino de Santiago y su impresionante casco histórico es Patrimonio de la Humanidad, lo que invita a recorrer sus calles empedradas llenas de historia. Comenzamos la jornada visitando la majestuosa Catedral de Santiago, donde se encuentra el sepulcro del Apóstol y el impresionante Pórtico de la Gloria. Más tarde, puedes pasear por la Plaza del Obradoiro, epicentro de la ciudad y rodeada de edificios emblemáticos.

Continúa tu recorrido visitando el Monasterio de San Martiño Pinario, un impresionante complejo barroco con una rica historia. Luego, puedes visitar el Convento de San Francisco, un lugar de gran valor histórico fundado por el propio San Francisco de Asís, que alberga un museo dedicado a la Tierra Santa. Después, adéntrate en el Mercado de Abastos, el segundo lugar más visitado de la ciudad, donde podrás degustar productos frescos y tradicionales de la gastronomía gallega. No olvides recorrer las estrechas calles de la Rúa do Franco y Rúa do Vilar, llenas de tiendas y bares con encanto.
Para desconectar del bullicio, dirígete al Parque de la Alameda, un espacio verde con vistas espectaculares a la Catedral y al casco histórico. Es el lugar perfecto para un descanso antes de sumergirte en la vibrante vida cultural de la ciudad, con museos y exposiciones que reflejan su riqueza histórica y artística. Santiago tiene una energía especial que se percibe en cada rincón.
Finaliza tu día cenando en la Rúa do Franco, donde encontrarás una gran variedad de restaurantes que ofrecen mariscos, pulpo y empanadas gallegas. Luego, disfruta de unos vinos en la misma zona, ideal para probar vinos de las Rías Baixas o Ribeira Sacra. Santiago de Compostela es una ciudad que enamora con su misticismo, su historia y su exquisita gastronomía, dejando siempre la sensación de querer volver.
Día 3: Ézaro y Finisterre.
¡Por fin llegamos a la costa gallega! El camino desde Santiago nos permite hacer una parada en el Mirador de Ézaro, donde podrás Fervenza do Ézaro, una de las pocas en Europa que desemboca directamente en el mar, un espectáculo natural imprescindible. Si eres deportista o te gusta mucho el agua, puedes alquilar un kayak para acercarte a la cascada.
Antes de llegar a Finisterre, merece la pena hacer una parada en Corcubión, un encantador pueblo marinero con un casco antiguo declarado conjunto histórico-artístico. Sus calles empedradas, sus casas tradicionales y su hermoso paseo marítimo hacen de este lugar una parada imprescindible. No te pierdas la iglesia de San Marcos y las vistas que ofrece el puerto, un rincón ideal para conectar con la esencia costera gallega.
Tras esta parada, continuaremos hacia Finisterre, el mítico «fin del mundo» para los antiguos romanos y un punto clave en el Camino de Santiago. Recorre el pintoresco puerto y adéntrate en su casco histórico, donde encontrarás pequeñas iglesias y miradores que ofrecen vistas impresionantes.

Si te apetece un descanso, puedes disfrutar de las playas vírgenes de la zona, como Mar de Fóra o Langosteira, ideales para pasear y desconectar del mundo. También puedes explorar la gastronomía local en los restaurantes del puerto, donde se sirven pescados y mariscos frescos, con platos típicos como el pulpo a la gallega y la caldeirada de pescado, perfectos para reponer energías.
Por la tarde y antes de la caída del sol, no te pierdas el Faro de Finisterre, un lugar emblemático desde donde se pueden contemplar atardeceres inolvidables con el océano infinito como telón de fondo.
Día 4: A Coruña.
Hoy ponemos rumbo a A Coruña, una ciudad llena de historia situada a orillas del Atlántico.

Comienza el día en la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo del mundo en funcionamiento y Patrimonio de la Humanidad. Desde su cima, disfrutarás de unas vistas espectaculares del Atlántico y de la costa coruñesa. Disfruta del parque situado a su alrededor y vuelve a la ciudad paseando por el Paseo Marítimo, uno de los más largos de Europa, que te llevará hasta las icónicas playas de Riazor y Orzán.
Continúa explorando el casco histórico de la ciudad, con paradas en la Plaza de María Pita, el corazón de A Coruña, donde se encuentra el Ayuntamiento y numerosas terrazas ideales para tomar algo. Visita la Iglesia de Santiago, uno de los templos más antiguos de la ciudad, y piérdete por las estrechas calles del barrio de la Ciudad Vieja, llenas de historia y encanto.
No te pierdas la Galería de los Cantones, donde verás las típicas fachadas acristaladas que dan a la ciudad su apodo de «ciudad de cristal».
Antes de seguir explorando, haz una parada en el puerto y en la Marina, donde se encuentran algunos de los mejores restaurantes de mariscos y pescados de la ciudad. A Coruña es famosa por su gastronomía, y aquí podrás degustar platos típicos como la mariscada, el pulpo á feira o la empanada gallega. Después, visita el Castillo de San Antón, una antigua fortaleza que hoy alberga el Museo Arqueológico e Histórico, ofreciendo una interesante visión del pasado coruñés.
Finaliza el día en Monte de San Pedro, un parque con unas vistas espectaculares de la ciudad y la costa atlántica, perfecto para ver el atardecer. A Coruña combina historia, modernidad y una vibrante vida cultural y gastronómica, dejando en cada visitante la sensación de querer volver para seguir descubriendo sus innumerables rincones.
Días 5 y 6: Betanzos y Fragas do Eume.
Para el quinto día de viaje proponemos visitar varios de los pueblos más interesantes de la costa atlántica gallega y algunos de los acantilados más impresionantes. A partir de este momento los acantilados van creciendo en altura hasta alcanzar los acantilados de Vixía Herbeira que, con más de 600 metros de altura, son los más altos de la Europa continental.
Empezamos el día en los Acantilados de Furna y la costa de Dexo, una zona protegida de gran belleza donde el mar golpea con fuerza contra las rocas. Aquí puedes recorrer senderos que llevan a miradores impresionantes y disfrutar de la fauna local, con aves marinas y paisajes inolvidables.
Después, nos dirigimos hacia Betanzos, una villa medieval con un casco histórico lleno de encanto. Un paseo por sus calles empedradas es una experiencia por sí misma, donde además podrás visitar la Iglesia de San Francisco y la Iglesia de Santa María del Azogue, dos joyas del gótico gallego. No puedes irte sin probar la famosa tortilla de Betanzos, considerada una de las mejores de España, en alguna de sus tabernas tradicionales.

Más tarde continuaremos el recorrido en Pontedeume, una localidad con un rico pasado histórico ligada a la familia Andrade. Allí podrás recorrer su casco viejo, atravesar su emblemático puente medieval y visitar la Torre de los Andrade, un vestigio de su esplendor feudal. Pernoctaremos en esta ciudad ya que se encuentra muy cerca de uno de los parques naturales más bonitos de Galicia, el Parque Natural de las Fragas do Eume, que visitaremos al día siguiente.

El sexto día lo dedicaremos a conocer el Parque Natural de las Fragas do Eume. Este bosque atlántico, considerado uno de los mejores conservados de Europa, ofrece una experiencia única para los amantes del senderismo y la tranquilidad. Sus frondosos caminos te sumergen en un entorno mágico, donde el verde de la vegetación se entrelaza con los ríos cristalinos que recorren el parque.
Uno de los puntos más fascinantes de la ruta es la travesía por los puentes colgantes que cruzan el río Eume, como los de Cal Grande y Fornelos. Estas pasarelas ofrecen una perspectiva única del bosque y permiten disfrutar de la belleza del paisaje desde las alturas. El recorrido es accesible para senderistas de todos los niveles y regala imágenes inolvidables en cada paso.
Otro de los imprescindibles del parque es el Monasterio de San Xoán de Caaveiro, un antiguo cenobio enclavado en plena naturaleza que data de más de mil años de historia. La caminata hasta el monasterio es una experiencia en sí misma, rodeada de árboles centenarios y el sonido del agua fluyendo a través de los arroyos. Desde lo alto, las vistas sobre el valle del Eume son impresionantes y muestran la grandeza de este entorno protegido.
Después de la caminata podemos dormir en el mismo lugar que dormimos la noche anterior en Pontedeume o ir a Ferrol, donde podrás disfrutar de la gastronomía local que ofrece esta ciudad.
Días 7 y 8: Rías Altas.
Los próximos dos días los dedicaremos a conocer las Rías Altas con sus preciosas playas y acantilados.
Empezamos explorando en la Ermida de Santa Comba, una pequeña capilla situada sobre un islote rocoso en la playa de Santa Comba, un lugar de gran belleza donde el mar y la tradición se unen. Después, continuaremos hacia el Faro de Punta Frouxeira, un enclave impresionante con vistas panorámicas al océano Atlántico y acantilados que muestran la fuerza del mar en esta zona.
La siguiente parada es la Ermida da Virxe do Porto, una pequeña capilla blanca enclavada en un paisaje de postal. Situada sobre una formación rocosa en el mar, este lugar es perfecto para disfrutar de la paz y la inmensidad del océano. Si lo tuyo son las playas, puedes conocer la Playa de Pantín, famosa por sus olas perfectas para el surf, y la Praia de Prados, una joya escondida con arena blanca y aguas cristalinas.

Para reponer energías, proponemos comer en la Marisquería Casa Caneiro, donde podrás degustar mariscos y pescados frescos típicos de la zona, como el bogavante, las navajas y las almejas a buen precio. Después de la comida, visita el Faro de Punta Robaleira y el Castelo da Concepción, una antigua fortaleza con vistas espectaculares a la ría de Cedeira.
Recomendamos acabar el día en el Miradoiro do Banco, un lugar perfecto para contemplar el atardecer con vistas panorámicas sobre la costa. Antes de volver, no olvides hacer una última parada en la Ermida de Santo Antón do Corveiro, un rincón especial.

El día siguiente emprendemos la ruta pronto por la mañana en dirección al Faro de Punta Candieira, un enclave de gran belleza con una carretera serpenteante que desciende hasta el faro, rodeado de acantilados espectaculares. Desde allí, continúa al Miradoiro Chao do Monte, un lugar perfecto para obtener una panorámica privilegiada de la costa gallega y el océano infinito.
El siguiente destino es el Santuario de Santo André de Teixido, un lugar cargado de leyenda y espiritualidad. Se dice que «a Santo André de Teixido vai de morto quen non foi de vivo«, por lo que su visita es casi obligatoria para quienes desean impregnarse de la tradición gallega. Tras recorrer este mágico rincón, haz una parada en el Mirador do Cruceiro, desde donde podrás admirar los acantilados y la belleza salvaje de la zona.
Continuamos la ruta hasta la Garita de Herbeira (Vixía Herbeira), uno de los puntos más altos de la costa atlántica europea, con acantilados que se elevan más de 600 metros sobre el mar. Desde este impresionante balcón natural, las vistas son sobrecogedoras, mostrando la inmensidad del Atlántico y la escarpada geografía gallega. Antes de terminar el recorrido, visita el Miradoiro Acantilados do Cadro, otro punto espectacular que permite contemplar la bravura del mar chocando contra los acantilados.
Recomendamos cenar y dormir en la zona de Burela, ya que mañana nos espera otro día muy interesante de visitar faros, miradores y castillos.
Días 9 y 10: Ortigueira y Viveiro.
Nos acercamos al final del viaje y proponemos el día de hoy visitar la zona norte de la provincia de A Coruña como es Ortigueira y sus alrededores.
Por la mañana pondremos rumbo al Faro de Cabo Ortegal, donde el Atlántico se encuentra con el mar Cantábrico en un espectáculo de olas y rocas conocido como «Os Aguillóns«. Este es uno de los puntos más icónicos de la costa norte de Galicia y ofrece vistas panorámicas inigualables.
Desde allí, nos desplazaremos hacia al Mirador de Miranda, un balcón natural que permite contemplar la ría de Ortigueira y sus marismas, un ecosistema protegido donde habitan numerosas aves migratorias. Este mirador es perfecto para detenerse a disfrutar del paisaje y tomar algunas fotos impresionantes antes de continuar la ruta.

Seguiremos el camino hasta el Castillo del Casón, una antigua fortaleza que en su día protegía la costa de incursiones piratas. Aunque en la actualidad solo quedan restos de su estructura, el lugar sigue conservando un aire misterioso y unas vistas privilegiadas sobre la ría.
Para finalizar el día, podemos visitar y descansar en el propio pueblo de Ortigueira, conocido por su tradicional festival celta y su encantador casco antiguo, donde puedes pasear entre calles empedradas y descubrir la historia marinera de la localidad. Puedes hacer una parada en la playa de Morouzos, una extensa playa de arena fina rodeada de un pinar ideal para relajarse después de los días tan intensos.
El décimo y último día de la ruta lo utilizaremos para ver un poquito de la provincia de Lugo. Recomendamos el día de hoy madrugar para aprovechar al máximo este día.
No hay mejor manera de empezar el día que visitando el famoso «Banco más bonito del mundo«, en Loiba, desde donde se pueden contemplar unas vistas impresionantes de la costa gallega y el mar Cantábrico extendiéndose hasta el horizonte. Este rincón se ha convertido en un símbolo de la belleza salvaje de la región.
Continuamos el recorrido hacia los Acantilados de Lousido, una maravilla natural donde el mar golpea con fuerza contra las escarpadas rocas, creando un espectáculo inigualable. Luego podemos desplazarnos para visitar el Faro de Estaca de Bares, el punto más septentrional de la península ibérica, donde el Atlántico y el Cantábrico se encuentran. Sus vistas panorámicas y el entorno natural lo convierten en una parada obligatoria.

Desde allí, dirígete a Punta do Fuciño do Porco, una espectacular pasarela de madera que serpentea sobre los acantilados y ofrece unas vistas impresionantes de la costa. Este sendero es una de las joyas ocultas de la zona y una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza. Es importante reservar la entrada con anterioridad, ya que en la actualidad se ha limitado el número de personas que lo pueden visitar. Para acabar proponemos conocer el Souto da Retorta, un bosque de eucaliptos centenarios donde se encuentra el famoso Avó, uno de los árboles más grandes de Galicia.
Si tienes tiempo y eres un amante de las cascadas, no te pierdas el Pozo da Ferida, una cascada de más de 30 metros de altura enclavada en un entorno mágico de vegetación y rocas. Su piscina natural es perfecta para refrescarse en los meses más cálidos. Por la noche visita Viveiro, un precioso pueblo donde podrás descansar y disfrutar por última vez de la increíble gastronomía gallega.
Esperemos que esta ruta te sirva de inspiración para poder planificar tu viaje a Galicia. No olvides poner un comentario con tus impresiones, o contactar con nosotros en caso de tener alguna duda.
¡Graciñas!