Suiza en 12 días

Sobre Suiza
¡Hola viajeros!
Viajar a Suiza es sumergirse en un país donde la naturaleza y la cultura convergen de forma excepcional. Con sus imponentes montañas, sus ciudades históricas y sus pueblos de cuento de hadas, Suiza ofrece algo único para cada tipo de viajero. Además, su impecable red de transporte público convierte cada desplazamiento en una experiencia inolvidable, especialmente si se opta por el Swiss Travel Pass, que incluye casi todos los trenes, tranvías y muchos remontes alpinos.
En esta ruta de 12 días nos centraremos en explorar las regiones de la Suiza francesa y la Suiza central, ricas en historia, gastronomía y paisajes icónicos. Desde la elegante Ginebra y los castillos junto al lago Lemán hasta las imponentes cumbres de Zermatt y Jungfrau, cada parada es un mosaico de maravillas naturales y arquitectónicas. Además de su impactante entorno, Suiza tiene ciudades llenas de historia, como Berna, con su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad, o Lucerna, una joya junto al lago rodeada de montañas.
En solo 12 días, descubrirás espectaculares senderos de montaña, castillos históricos, cascadas imponentes y tranquilas ciudades junto a lagos cristalinos. Aunque Suiza merece al menos 20 días para explorarla en toda su magnitud, este itinerario te llevará por los destinos más representativos de esta encantadora nación, haciendo que cada jornada sea única y memorable.

¿Cuántos días se necesitan para visitar Suiza?
Visitar Suiza por completo en un solo viaje es un desafío, ya que cada rincón del país ofrece experiencias únicas que podrían llenarte semanas de viaje. Con unos 20 días, podrías explorar no solo la parte francesa y el centro, sino también los Alpes orientales y la región del Ticino, con su ambiente italiano.
Sin embargo, para quienes tienen menos tiempo, este itinerario de 12 días es ideal para descubrir los lugares más emblemáticos de la Suiza francesa y central. Desde las orillas del Lago Lemán hasta las majestuosas cimas de Zermatt y Jungfrau, verás lo mejor de estas regiones y entenderás por qué Suiza es un destino de ensueño. Además, gracias al Swiss Travel Pass, cada día está diseñado para aprovechar al máximo la fantástica infraestructura de transporte público. Esta ruta se puede mejorar comenzando por el lago Lemán y visitando Lucerna después de Interlaken o Berna, pero os dejamos a vosotros ver qué os cuadra más.
Ruta de 12 días
- Día 1: Llegada a Suiza. Visita a Ginebra.
- Días 2 y 3: Lucerna y alrededores.
- Día 4: Lago Lemán.
- Días 5, 6 y 7: Zermatt.
- Días 8 y 9: Interlaken y alrededores.
- Días 10 y 11: Berna y alrededores.
- Día 12: Friburgo y alrededores.
Itinerario
Suiza
Día 1: Llegada a Suiza. Visita a Ginebra.
Comienza tu aventura en Ginebra, una ciudad que combina historia, diplomacia y naturaleza en un entorno alpino único. Por la mañana, explora el casco antiguo y visita la Catedral de San Pedro, donde puedes subir a la torre para disfrutar de vistas espectaculares de la ciudad y el lago Lemán. A pocos pasos se encuentra el Parc des Bastions, hogar del famoso Muro de la Reforma, un tributo a los pioneros protestantes que transformaron Europa. Esta zona está rodeada de cafeterías encantadoras donde podrás relajarte.
Al mediodía, dirígete al Jet d’Eau, la fuente más alta de Europa, que se ha convertido en el símbolo moderno de Ginebra. Desde ahí, pasea por los Jardines Ingleses, que ofrecen una vista ideal del lago, y no te pierdas el icónico reloj floral, que combina arte y puntualidad suiza. Por la tarde, dedica tiempo al Palacio de las Naciones, la sede europea de la ONU, donde una visita guiada te sumergirá en el corazón de la diplomacia mundial. Termina el día en la ribera del lago, disfrutando de un tranquilo paseo al atardecer.
Días 2 y 3: Lucerna y alrededores.
El día de hoy y temprano, tomaremos el tren hacia Lucerna, una ciudad de postal en el corazón de Suiza. Pasaremos dos noches en esta ciudad, tanto para pasear por sus calles como para describir los alrededores.

Comenzaremos el día cruzando el famoso Puente de la Capilla, el puente de madera cubierto más antiguo de Europa, adornado con murales históricos. Admira la impresionante Torre del Agua, un emblema de la ciudad, antes de dirigirte al Monumento del León Moribundo, una emotiva escultura tallada en roca para conmemorar a los guardias suizos caídos. Puedes entrar además a visitar Bourbaki Panorama Lucerne, un museo interactivo muy interesante y visitar un antiguo glaciar, Gletschergarten.
Continúa tu recorrido con una caminata junto al Lago de los Cuatro Cantones, disfrutando de vistas de las montañas circundantes. Visita las murallas paseando por Museggmauer Weg hasta Spreuerbrücke, y cierra el día en la Ciudad Vieja, con sus plazas decoradas y edificios pintados.
El segundo día visitaremos los alrededores. Desde Lucerna, emprende una escapada al Monte Rigi, conocido como la «Reina de las Montañas». Para ello puedes tomar un barco hacia Vitznau (trayecto incluido en el Swiss Travel Pass), donde podrás disfrutar del Lago de los Cuatro Cantones para luego sube en el histórico tren cremallera que te lleva hasta la cima, donde disfrutarás de panorámicas espectaculares de los Alpes y los lagos circundantes.
De regreso, visita el Monte Stanserhorn, donde podrás experimentar el innovador teleférico Cabrio y disfrutar de unas increíbles vistas al lado. Si puedes estar más días por la zona, considera ascender al Monte Pilatus, on su legendario ferrocarril, es una opción fantástica; sus imponentes riscos y el paisaje ofrecen una experiencia inolvidable.
Día 4: Lago Lemán.
Hoy viajaremos hacia el Lago Lemán, para visitar este enorme lago que separa Suiza y Francia. Rodeado de los majestuosos Alpes y colinas ondulantes, el lago ofrece vistas espectaculares desde cualquier punto.
Para ello cogeremos un tren hacia Montreux, donde la joya es el Castillo de Chillon, una fortaleza construida sobre una isla rocosa en el lago Lemán. Este lugar, con más de mil años de historia, ha inspirado a escritores como Lord Byron, quien plasmó en su poesía la estancia de un prisionero en sus mazmorras. Recorre sus salones amueblados, capillas y torres, mientras disfrutas de vistas mágicas al lago.
Después, pasea por Montreux, conocido por su vibrante escena cultural y su paseo adornado con flores y esculturas. Muy cerca, el pintoresco pueblo de Vevey te permite explorar mercados locales y probar quesos tradicionales. Este día está dedicado a la tranquilidad, con el hermoso lago siempre a la vista.

Días 5, 6 y 7: Zermatt.
Pasaremos los siguientes tres días visitando los Alpes y algunas de sus montañas más emblemáticas, como el conocido monte Cervino o Matterhorn. De camino desde Montreaux hacia Zermatt podemos hacer una parada en Sion, famosa por sus colinas rocosas coronadas por las iglesias de Valère y Tourbillon, con vistas espectaculares del valle del Ródano. El castillo-fortaleza de Valère alberga una iglesia románica-gótica que contiene uno de los órganos más antiguos del mundo aún en funcionamiento (data del siglo XV). Situado frente a Valère está en ruinas en una colina vecina el castillo medieval de Tourbillon. Es perfecto para explorar y disfrutar de panorámicas únicas.
Puedes además aprovechar la mañana para conocer el casco antiguo de Sion, paseando por la Calle de Grand-Pont, la Place de la Planta y la Catedral de Nuestra Señora de Sion. Después, viaja hacia Zermatt, donde comienza la parte más alpina de tu itinerario.

El segundo día en Zermatt lo comenzaremos cogiendo el tren cremallera al Gornergrat, un mirador único que ofrece panorámicas del Matterhorn y 29 picos de más de 4,000 metros, entre ellos el Monte Rosa. Es un excelente lugar para capturar fotografías espectaculares y sentirte rodeado de los imponentes Alpes suizos.
Desde aquí, podemos realizar el famoso Trekking 5 Lakes Walk, una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza. Este sendero conecta cinco lagos de montaña, cada uno con su propia belleza y características: algunos reflejan el Matterhorn en sus tranquilas aguas, mientras que otros están rodeados por paisajes floridos. El recorrido es accesible a través de teleféricos y senderos bien señalizados, y ofrece vistas de ensueño en cada rincón.
Además de los altos picos montañosos, se despliega a nuestra izquierda el segundo sistema glaciar más extenso de los Alpes por superficie: el Gornergletscher. Desde 2019, los dos glaciares principales, el Gornergletscher y el Grenzgletscher, se han separado, culminando un proceso que comenzó hace tiempo con la desconexión de numerosos glaciares más pequeños que antes los unían. Aunque la pérdida de masa de hielo es innegable, las vistas desde Gornergrat siguen siendo una maravilla que deja sin aliento. Terminaremos el día descansando en el hotel después del duro día de andar.
El último día en Zermatt lo utilizaremos para visitar el Matterhorn Glacier Paradise. Por la mañana tomaremos un teleférico para llegar hasta la estación de montaña de teleférico más alta de Europa, con una altura de 3821 metros. A lo largo del recorrido de nueve minutos, podrás disfrutar de una vista espectacular de los glaciares desde el interior de las cabinas.
En la cima se encuentra el palacio de hielo más alto del mundo, con túneles y esculturas de hielo. Desde la cima de este lugar las vistas son simplemente extraordinarias, con los Alpes extendiéndose hacia Italia y Francia. Se puede recorrer el glaciar hasta el pico Breithorn central, pero para ello has de tener el equipo adecuado y, a no ser que seas muy experto, contratar a un guía para que os acompañe.
Por la tarde, el Hängebrücke, un emocionante puente colgante, es una visita imprescindible para quienes buscan una dosis de aventura en paisajes alpinos.
Días 8 y 9: Interlaken y alrededores.
Tras visitar la magnífica zona de Zermatt, seguiremos explorando los impresionantes paisajes alpinos de Suiza tomando un tren hacia Interlaken. Puedes hospedarte ahí si quieres, pero una experiencia más auténtica puede ser el alojarse en Grindelwald.
Grindelwald, en el corazón de los Alpes suizos, es un destino de montaña que combina paisajes impresionantes con actividades para todos los gustos. Con un paseo por sus pintorescas calles, rodeadas de chalets tradicionales y una atmósfera alpina auténtica, podrás sumergirte en la Suiza más alpina.
Desde aquí, uno de los imperdibles es el viaje al Männlichen, al que se accede fácilmente en teleférico. Al llegar a la cima, te reciben vistas panorámicas de los picos Eiger, Mönch y Jungfrau, junto con prados alpinos que parecen sacados de un cuento. La caminata Männlichen-Kleine Scheidegg, conocida como el «Royal Walk», es ideal para quienes buscan una experiencia accesible pero inolvidable. Este sendero te lleva por suaves pendientes mientras disfrutas de paisajes únicos y vistas espectaculares.
Kleine Scheidegg, el punto final de la caminata, es un lugar emblemático donde los alpes suizos muestran toda su grandeza. Desde aquí, puedes contemplar de cerca la famosa cara norte del Eiger, una de las montañas más icónicas del mundo. Para quienes buscan un poco más de aventura, este es también el punto de partida del tren cremallera hacia Jungfraujoch, la estación más alta de Europa. De regreso a Grindelwald, los senderos y miradores ofrecen oportunidades para disfrutar del entorno natural, desde cascadas ocultas hasta paisajes glaciares.
El segundo día nos dirigiremos hacia Lauterbrunnen, conocido como el «valle de las 72 cascadas». Al llegar, uno de los primeros lugares que cautiva es la cascada Staubbach, que cae desde una altura impresionante directamente al valle, creando una imagen icónica. Un paseo por el pueblo te permite disfrutar de su atmósfera serena, con chalets de madera, prados verdes y el sonido constante de las cascadas. Desde aquí, una visita al sistema subterráneo de las Trümmelbachfälle, cascadas glaciares que fluyen dentro de la montaña, es una experiencia fascinante y única.
Proseguimos el día tomando un teleférico desde Lauterbrunnen hasta Grütschalp, seguido de un tranquilo recorrido en tren que ofrece vistas espectaculares del valle y los imponentes picos de Eiger, Mönch y Jungfrau para llegar a Mürren.

Mürren, un pintoresco pueblo sin acceso a vehículos, es conocido por su tranquilidad y su ubicación privilegiada en una terraza natural sobre el valle. Pasear por sus calles es como retroceder en el tiempo, rodeado de chalets tradicionales y un paisaje que parece un cuadro alpino. Desde Mürren, puedes tomar el teleférico al Schilthorn, famoso por su plataforma giratoria Piz Gloria y sus vistas panorámicas.
De vuelta a Lauterbrunnen, los senderos que conectan ambos pueblos son ideales para los amantes del senderismo, ofreciendo vistas constantes del paisaje alpino y las cascadas. La combinación de la majestuosidad del valle de Lauterbrunnen y el encanto tranquilo de Mürren hace de esta visita una experiencia inolvidable en el corazón de los Alpes suizos. Si tienes más dias en esta zona, puedes visitar el Glaciar Aletsch, una visita impresionante.
Días 10 y 11: Berna y alrededores.
En el décimo día de viaje, nos dirigiremos hacia Berna. Para ello atravesaremos la región del lago Thunersee, que ofrece una ruta repleta de paisajes espectaculares, historia y encanto suizo.

Una de las primeras paradas imprescindibles es el castillo de Oberhofen, un majestuoso edificio junto al lago con una torre que parece flotar sobre el agua. Este castillo, con sus jardines perfectamente cuidados y su museo que cuenta la historia de la región, ofrece vistas impresionantes al lago y a las montañas circundantes.
Continuando hacia Thun, se encuentra otro de los tesoros medievales de Suiza: el castillo de Thun. Esta imponente fortaleza domina la ciudad y ofrece una perspectiva fascinante de su historia. Su museo alberga artefactos que relatan la vida en la región durante siglos, y la vista desde sus torres es sencillamente espectacular.
El casco antiguo de Thun, con sus calles adoquinadas, cafés acogedores y tiendas locales, es perfecto para un paseo tranquilo y para sumergirse en la atmósfera suiza.
Durante todo este recorrido, disfrutarás del lago Thunersee, con sus aguas cristalinas y su entorno alpino. Puedes disfrutar del trayecto en barco hasta la pequeña localidad de Spiez, situada en la ribera sur del lago, dondese encuentra otro encantador castillo rodeado de viñedos. Spiez es conocida por su tranquilidad y por las vistas espectaculares que ofrece de los Alpes y el lago. Una vez hayamos acabado la jornada, pernoctaremos en Berna para poder visitar una de las capitales de Suiza.
Comenzaremos la mañana en Berna en la Torre del Reloj (Zytglogge). Este icónico reloj astronómico, con su mecanismo del siglo XVI, ofrece un espectáculo encantador con figuras animadas que se activan cada hora. Es uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
Desde allí, se puede recorrer la Kramgasse, la calle principal del casco antiguo. Flanqueada por arcadas medievales y fuentes históricas, esta vía es ideal para pasear mientras se descubren tiendas, cafés y edificios emblemáticos. En su recorrido destaca la Casa de Einstein, donde el físico vivió y desarrolló parte de su teoría de la relatividad.
Otro lugar imperdible es la Catedral de Berna (Berner Münster), la iglesia gótica más alta de Suiza. Subir a su torre ofrece vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y del río Aare. Cerca de la catedral se encuentra la Bundeshaus, el edificio del Parlamento suizo, que puedes visitar en un tour para aprender sobre el sistema político del país y disfrutar de las vistas desde su plaza.
El Parque de los Osos (Bärenpark), ubicado junto al río Aare, es otro punto destacado. Este espacio permite observar osos pardos, el símbolo de la ciudad, en un entorno natural. A pocos pasos, el Rosengarten (Jardín de las Rosas) es un lugar perfecto para relajarse, disfrutar de las vistas del casco antiguo y contemplar más de 200 variedades de rosas.
Por último, cruzar el Puente Nydegg (Nydeggbrücke) y explorar los alrededores del río Aare ofrece una perspectiva diferente de Berna, con sus aguas esmeralda y paisajes naturales que contrastan con la arquitectura medieval.
Día 12: Friburgo y alrededores.
El último día en Suiza lo dedicaremos en conocer Friburgo y alrededores, una ciudad encantadora que combina historia medieval, arquitectura impresionante y una atmósfera cultural única. Puedes comenzar el recorrido en su casco antiguo, un entramado de calles adoquinadas bordeadas de edificios históricos bien conservados. La Catedral de San Nicolás, con su estilo gótico y una torre de 74 metros, es uno de los emblemas de la ciudad. Desde lo alto de la torre, se puede disfrutar de una vista panorámica del casco antiguo y del río Sarine.
Cruzando los puentes que conectan ambas orillas del río, como el Puente de Berna o el Puente de Zähringen, se descubren encantadoras perspectivas del paisaje urbano y los alrededores montañosos. Friburgo alberga tres barrios llenos de historia: el medieval de Auge, el Bourg y la Neuveville. Este conjunto es una de las joyas imprescindibles de la ciudad, ideal para pasear y disfrutar de sus encantadoras fachadas góticas, los puentes que atraviesan el río y las emblemáticas fuentes que la caracterizan.
A unos 40 kilómetros de Friburgo se encuentra Gruyère. Esta encantadora ciudad medieval, amurallada y con más de 800 años de historia, se encuentra sobre un pintoresco cerro. Conocida en todo el mundo por la producción de su famoso queso, es imprescindible visitar alguna de las fábricas donde se elabora. Además, Gruyère ofrece atractivos adicionales como el Museo del Tíbet y el de H. R. Giger, ubicados en el castillo de Saint Germain.
Otra ciudad amurallada que os hará viajar en el tiempo hasta la Época Medieval es Murten, con sus callejones impecablemente conservados, se encuentra a solo 20 km de Friburgo. Si planificáis vuestra visita para coincidir con el atardecer, podréis disfrutar de unas vistas espectaculares del lago Murtensee.

Si tenéis tiempo y sois dulceros, podéis acercaros a la fábrica de chocolate Cailler en Broc . Este recorrido interactivo no solo explora la rica historia de la chocolatería suiza, sino que también permite observar el proceso de fabricación del chocolate, desde el grano de cacao hasta el producto final. La mejor parte llega al final, cuando puedes disfrutar de una deliciosa degustación de sus chocolates más emblemáticos.
Una vez acabado el día, tomaremos el tren hacia Ginebra donde nos espera el vuelo de vuelta.
Esperemos que esta ruta te sirva de inspiración para poder planificar tu viaje a Suiza. No olvides poner un comentario con tus impresiones, o contactar con nosotros en caso de tener alguna duda.
Merci, danke, grazie