No recuerdo cuándo fue la primera vez que viajé. Mis padres me cuentan que, ya desde muy pequeñito, me subí a mi primer avión y empecé a recorrer el mundo. Sin ellos no sería quién soy ahora.

A los 17 años empecé con mi carrera, ingeniería industrial. Ahí tuve el placer de conocer a mucha gente con los que compartía mis gustos y que, entre examen y examen, me llevaban a conocer otros lugares.

Pero sin duda lo que cambió mi manera de ver el mundo fue mi Erasmus en Suecia. Independencia, amistad, diversión y lo que es más importante, me permitió conocer a gente de diversos lugares a la que todavía puedo llamar amigos.

¿El viaje que cambió mi vida? Sin duda Vietnam, creo que mis compañeros de aventuras pensarán lo mismo. Tres chavales que sin planificar nada, se fueron para allí a ver qué pasaba y que volvieron con muchas historias que contar.

A partir de ese viaje comenzó mi fascinación por Asia, su cultura, su gente, sus paisajes. Más aún, me di cuenta de que, a pesar de creer que había visto mucho mundo, todavía me queda por descubrir casi todo.

Espero que el paso del tiempo me permita continuar con mi aventura y compartirla con los que más quiero.